En términos generales, la energía solar térmica acumula el calor proveniente del sol, y es posible aprovecharla en diferentes usos, por ejemplo: calentar el agua sanitaria.
Por otro lado, la energía fotovoltaica convierte la radiación solar directamente en electricidad, ampliando la variedad de usos respecto a la energía solar térmica, y haciéndola más compleja.
Es importante conocer las ventajas y desventajas de la energía fotovoltaica.